martes, 20 de julio de 2021

 Las Humanidades Integradas a las Redes Sociales

Por  Dr. Marcos Zabala

Quiero reflexionar en este artículo en torno a la integración de los principios de las humanidades en la concepción de las relaciones ciberespaciales que influyen en la psiquis del sujeto moderno y su integración a las sociedades de redes interconectadas diseñadas por las grandes compañías como Google, Facebook, Instagram, en la reconfiguración de las relaciones sociales las cuales afectan la interacción cara a cara de los sujetos.

Estas tecnologías materializadas en medios de consumos masivos tales como los Smartphone, las Tablets, IPad, Smarthwatch, cada vez más poderosos en términos de procesamientos y almacenamientos de datos han configurado un nuevo tipo de sujeto cuya cotidianidad trasciende el mundo real, creando nuevos códigos comunicativos, nuevos patrones de interrelaciones sociales en redes, así como una fuerte dependencia a estos aparatos, que han venido a constituirse en verdaderas prótesis tecnológicas por medio de la cuales estos sujetos van cediendo espacios, autonomía, derechos importantes como lo son el derecho a la dignidad y a la intimidad de las personas, por mencionar solo algunos.

Según el Maestro Hidalgo Tuñón las grandes transnacionales de las tecnologías han impuesto en los medios sociales una verdadera “tecnocracia” que se manifiesta de forma despiadada desde una concepción neoliberal donde la mercancía es el centro de la actividad empresarial y el aumento del capital su finalidad posterior. Una tecnarquía fundamentada en el gobierno de las máquinas por encima de toda ética y valores humanos.

Las socialización en las redes sociales son frías, no contienen la candidez del compartir cara a cara, la sensibilidad de un estrechar las manos o el calor que se intercambia en un abrazo, por lo que podemos afirmar que para mantener el contacto a  distancia entre familiares, amigos, conocidos y relacionados, así como para las actividades profesionales estas redes son muy efectivas con ese propósito, sin embargo, paradójicamente estas redes afectan y corroen las relaciones interpersonales de nuestros seres queridos más próximos, así como también nuestras formas de relacionarnos en la escuela, el trabajo y otros espacios del accionar social. 

Por ello, es necesario la integración de los principios de las humanidades fundamentados en la ética, los valores morales, la solidaridad y fraternidad, los principios de la familia, la buena educación para cerrar el cerco impuesto por estos gigantes tecnológicos, y  a l mismo tiempo romper las cadenas de la dependencia en la que estas tecnologías han inducido a nuestros jóvenes.

Debemos recuperar al ser humano en toda su dimensión emocional la cual es muy importante para la toma de decisiones. Partiendo desde los principios humanistas abogamos por hacer un giro de las relaciones humanas, marcadas por las emociones, concebir un sujeto más humano y por consiguiente un sujeto más relacional y complejo, con capacidad dialógico en los diversos estamentos sociales incluyendo el entorno virtual, que construye sus recorridos como participante activo de las redes del conocimiento y ciudadano del mundo en la sociedad de la información.




Sobre las reglas de Emile Durkheim y su método Sociológico
Por Marcos Zabala Sánchez
La primera regla consiste en considerar los hechos sociales  como cosas.
El hombre no puede vivir en medio de las cosas sin hacerse  de ellas  ideas según las cuales reglamente su conducta.  Como estas  cosas están más cerca de nosotros y     más a nuestro alcance que las realidades a la que corresponden, tenemos naturalmente a suprimir a estas últimas y hacer de aquellas la materia misma de nuestras especulaciones. En vez de observar las cosas, describirlas, compararlas, nos contentamos con tomar conciencia de nuestras ideas, analizarlas y combinarlas. Podemos apelar a los hechos para confirmar estas ideas o conclusiones.
Segunda Regla Alejarse sistemáticamente de todas las premoniciones. Constituye la base de todo método científico. La duda metódica de Descarte no es más que una aplicación de ella. Si, en el momento de fundar la ciencia, Descarte se impone como ley la puesta en duda de todas las ideas que ha recibido anteriormente, es porque no quiere emplear más que conceptos científicamente elaborados.
No se pueden tomar nunca como objeto de investigaciones  más que un grupo de fenómenos previamente definidos por ciertas características exteriores que le son comunes, e incluir en la misma investigación todos los que responderán a dicha definición.
En la práctica siempre se parte de concepto vulgar y de la palabra vulgar. Se busca si, entre las cosas  que connota  confusamente esa palabra, las hay que presentan características exteriores comunes. Si las hay y si el concepto formado por la agrupación de los hechos  aproximados de esta  manera coinciden, si no totalmente (lo cual es raro), por lo menos en su mayor parte, con el concepto vulgar. Podemos seguir designando al primero con las mismas palabras que al segundo y conservar en la ciencia la expresión empleada en el lenguaje corriente. Pero si la desviación es demasiado considerable, si la noción común confunde una pluralidad de nociones distintas, se impone la creación de términos especiales.
Reglas relativas a la distinción entre lo normal y lo patológico: La observación con las reglas anteriores confunden dos órdenes de hechos, muy diferentes en ciertos aspectos: los que son todos los que deben ser y los que deberían ser diferentes de los que son, los fenómenos normales y los patológicos.
1.     Un hecho social es normal para un tipo social determinado, considerado en una fase determinada de su desarrollo, cuando se produce en el promedio de las sociedades de estas especies, consideradas en la fase correspondiente de su evolución.
2.     Se puede comprobar los resultados del método anterior mostrando que la generalización del fenómeno depende de las condiciones generales de la vida colectiva en el tipo social considerado.
3.     Esta comprobación es necesario cuando ese hecho se relaciona con una especie social que no ha efectuado aún su evolución integrar.
Reglas relativas a la constitución de los tipos sociales
Un hecho social sólo puede ser calificado de normal o anormal en relación con una especie social determinada, lo que antecede implica que una rama de la sociología  está consagrada a la constitución de esas especies y a su clasificación. Y nos dan la ventaja de proporcionarnos un término medio entre las dos concepciones contrarias de la vida colectiva  que se han repartido   durante mucho tiempo los espíritus; refiriéndose al nominalismo de los historiadores y al realismo extremado de los filósofos.
Durkeim rechaza el individualismo  y el nominalismo al sostener que los hechos sociales no pueden reducirse a hechos individuales, atribuyo la realidad social definitiva, entendió que la sociologia es el estudio de los hechos sociales y que la naturaleza de este estudio está determinado en particular por su misma materia y por ello no pueden ser descubierto por las investigaciones psicológicas, por ser estas exteriores al individuo y al mismo tiempo, moldean las acciones humanas de una manera inevitable y significativa.
Comentarios:
Para Durkeim la sociología es un estudio, cuya naturaleza está determinada en parte por su misma materia, y en este orden, consideró que los hechos sociales pueden descubrirse de dos maneras:
1. Por su poder de coacción sobre los individuos, evidenciado con frecuencia, en las sanciones aplicadas a diversos tipos de conductas.
2. Por su difusión general dentro del grupo.
Planteo que el estudio de los hechos sociales no puede confiarse al discutible método de la introspección, ya que nadie puede estar seguro de las ideas de las cosas corresponden a las cosas mismas por lo que es de opinión que el sociólogo debe buscar la objetividad cuando estudia la sociedad, suponiendo, como el naturalista, que quizás está entrando en el reino de lo desconocido y lo inexplorado.
Durkheim considera que al principio de su investigación, el sociólogo debe acercarse a los hechos observando los fenómenos suficientemente externo para ser inmediatamente visibles, tales como la afiliación religiosa, la situación marital, el índice de suicidios, la ocupación económica etc.
Se refirió también a la acción social que según el es una manera de obrar, de pensar y de sentir, externas al individuo en cuya virtud se imponen a el. De esta manera puede significarse que este autor no busca las características de la acción social como lo hace Max Weber, en los estados subjetivos de  las personas, sino más bien en una realidad externas a las personas, realidades que constriñen a estas.
Durkheim se basa en dos criterios "objetivos" para determinar el carácter social de la acción humana: "la exterioridad de la manera de obrar, de pensar y de sentir con respecto a las personas" y "la coacción que estas últimas sufren por parte de aquellas".
Es importante destacar de Durkheim su teoría de las" dos conciencias". Una de ellas, la conciencia colectiva que está constituida por el conjunto de manera de obrar, de pensar y de sentir que integran la herencia común de una sociedad dada.
La conciencia colectiva es el tipo "psíquico" de una sociedad determinada, al mismo tiempo que le confiere sus  características distintivas y singulares.
La conciencia individual comprende lo que cabría en denominar el universo privado de cada persona; sus rasgos caracteriales o temperamentales, su herencia sus experiencias personales, que hacen de ella un ser único, singular. La conciencia individual es también la autonomía personal relativa de que goza cada individuo en el uso y adaptación que puede hacer de las maneras colectivas de obrar, de pensar y de sentir.


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