miércoles, 4 de agosto de 2021

 

Decisión electoral de la UASD para el 2022.

Por Dr. Marcos Zabala.

     En los dos últimos procesos electorales celebrados en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), los diversos candidatos que se presentaron en la campaña para puestos electivos asumieron el discurso de la transparencia, la eficientización de los procesos en las distintas dependencias que conforman nuestra institución, la actualización de los programas docentes en las distintas escuelas y sobre todo al manejo transparente de los recursos económicos asignados en el presupuesto nacional por medio de una auditoria que nunca se ha hecho pública ante la asamblea que forma parte de la toma de decisiones en las instancia del gobierno universitario.

Desde el “Transformar para avanzar”, slogan que sirvió de punta de lanza al fenecido rector Mateo Aquino Febrillet, pasando por el  “Para relanzar la UASD”  de Iván Grullón  y llegando a “La UASD que soñamos” de la actual rectora Emma Polanco Melo, las ejecutorias de la rectoría han estado marcadas por críticas de los diversos sectores a la políticas implementadas por estas gestiones, debido a la falta de trasparencia, denuncias de corrupción en compras de mobiliarios, incumplimiento de las promesas electorales, clientelismo e incumplimiento de acuerdos firmados con los gremios, tanto de ASODEMU como de FAPROUASD.

Partiendo de esta realidad es muy necesaria una reflexión en torno a la UASD y su proceso eleccionario pautado para el próximo año y la calidad de los diversos candidatos que se ofertan para ocupar las posiciones de rector, vicerrectores, decanos, directores de escuelas y coordinadores de cátedras; porque la UASD no puede, mejor dicho no debe, seguir el mismo derrotero de desacierto en cuanto a la elección de un cuerpo directivo que realmente cumpla con las responsabilidades consignadas en el estatuto orgánico y los reglamentos de gestión universitaria.

La UASD no requiere de promesas imposibles, ni de planteo de megaproyectos, porque la UASD es en sí misma la materialización del mejor proyecto de nación que tienen los dominicanos, la UASD requiere de acciones posibles a corto y mediano plazo que le den sentido a su misión, visión y valores, que es formar de la manera más holística posible los recursos humanos, profesionales, técnicos y científicos e investigadores que demanda el país para su desarrollo, somos una universidad no una organización o partido político.

Por ello, hago desde mi humilde punto de vista un llamado a retomar lo que ha sido nuestra universidad por tradición, el baluarte de los valores de la ciencia, la cultura y las artes del pueblo dominicano y para ello; iniciemos reconociendo que necesitamos del concurso de sus mejores hombres y mujeres, personas sensatas y prudentes con experiencia en los asuntos universitarios, conocedores de los estatutos y reglamentos que regulan el accionar de nuestra universidad y que tienen genuina preocupación por la situación que afecta el buen desenvolvimiento de la institución.

Nuestros objetivos deben ser lograr una convergencia de los mejores intereses en favor de la UASD para colocarla en un sitial preferencial en el estudiantado y el pueblo dominicano.

Para las próximas elecciones debemos escoger, pues, entre aquellos candidatos que han pasado sus vidas preocupados por los asuntos de la universidad en sentido general y que han estado aportando a las soluciones concretas a los problemas cotidianos que afectan el desenvolvimiento de las facultades, y a las escuelas en sentido general. Debemos evitar por todos los medios posibles a aquellos que por su acción u omisión, que por ambiciones personales han incurrido en conductas  o acciones que afectan la imagen pública de la UASD.

Debemos ser vigilantes en todo momento para comprobar siempre las aptitudes de aquellos, que ayer,  siendo candidatos a posiciones electivas enarbolaron un discurso progresista sobre la institución, y que al asumir sus posiciones luego, renegaron de sus planteamientos y sus acciones fueron contrarias en muchos casos al estatuto orgánico, a la ética y la moral.

Que nuestro elegir sea fundamentado en aquellas personas con solvencia ética y moral, apegado a un discurso sólido, no a los cantos de sirenas y discursos carentes de sentido.  Escuchemos aquellas propuestas encaminadas a solucionar los problemas de la universidad y que por extensión, den una compresión clara de la buena gestión universitaria a nivel nacional.

Que no se nos engañe con respecto a la verdad de la situación que atraviesa nuestra universidad y a la dimensión de las diversas crisis que nos afectan, no dejemos el espacios a sectores que solo buscan seguir drenando los valiosos recursos humanos, docentes, científicos, investigadores, éticos y morales de nuestra Alma Mater.

Evitemos a quienes niegan la tradición de lucha y sacrifico que ha llenado de gloria a nuestra universidad en todos los procesos históricos de los que han tomado participación activa nuestros docentes, empleados y el movimiento estudiantil. Que nuestra elección recaiga entonces, en quienes tienen memoria histórica porque estos serán siempre los más trabajadores  y los más dedicados a las nobles causas que sustentan a la UASD, los demás deben ser rechazados.

Apoyemos a aquellos hombres y mujeres con historial, probado mediante el trabajo honesto, el sacrificio y el dolor, aquél que lucha, que mediante el combate ha estado dispuesto a dar lo mejor de sí, por una universidad fuerte, transparente, abierta y solidaria; por la UASD y por el país.

 

Dr. Marcos Zabala Sánchez

Profesor Adscrito Escuela de Comunicación y

Escuela de Filosofía de la UASD.

 

 

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