Decisión electoral de la UASD para el 2022.
Por Dr.
Marcos Zabala.
En
los dos últimos procesos electorales celebrados en la Universidad Autónoma de
Santo Domingo (UASD), los diversos candidatos que se presentaron en la campaña
para puestos electivos asumieron el discurso de la transparencia, la
eficientización de los procesos en las distintas dependencias que conforman
nuestra institución, la actualización de los programas docentes en las
distintas escuelas y sobre todo al manejo transparente de los recursos
económicos asignados en el presupuesto nacional por medio de una auditoria que
nunca se ha hecho pública ante la asamblea que forma parte de la toma de
decisiones en las instancia del gobierno universitario.
Desde el
“Transformar para avanzar”, slogan que sirvió de punta de lanza al fenecido
rector Mateo Aquino Febrillet, pasando por el
“Para relanzar la UASD” de Iván
Grullón y llegando a “La UASD que
soñamos” de la actual rectora Emma Polanco Melo, las ejecutorias de la rectoría
han estado marcadas por críticas de los diversos sectores a la políticas
implementadas por estas gestiones, debido a la falta de trasparencia, denuncias
de corrupción en compras de mobiliarios, incumplimiento de las promesas
electorales, clientelismo e incumplimiento de acuerdos firmados con los gremios,
tanto de ASODEMU como de FAPROUASD.
Partiendo de
esta realidad es muy necesaria una reflexión en torno a la UASD y su proceso
eleccionario pautado para el próximo año y la calidad de los diversos
candidatos que se ofertan para ocupar las posiciones de rector, vicerrectores,
decanos, directores de escuelas y coordinadores de cátedras; porque la UASD no
puede, mejor dicho no debe, seguir el mismo derrotero de desacierto en cuanto a
la elección de un cuerpo directivo que realmente cumpla con las
responsabilidades consignadas en el estatuto orgánico y los reglamentos de
gestión universitaria.
La UASD no
requiere de promesas imposibles, ni de planteo de megaproyectos, porque la UASD
es en sí misma la materialización del mejor proyecto de nación que tienen los
dominicanos, la UASD requiere de acciones posibles a corto y mediano plazo que
le den sentido a su misión, visión y valores, que es formar de la manera más
holística posible los recursos humanos, profesionales, técnicos y científicos e
investigadores que demanda el país para su desarrollo, somos una universidad no
una organización o partido político.
Por ello,
hago desde mi humilde punto de vista un llamado a retomar lo que ha sido
nuestra universidad por tradición, el baluarte de los valores de la ciencia, la
cultura y las artes del pueblo dominicano y para ello; iniciemos reconociendo
que necesitamos del concurso de sus mejores hombres y mujeres, personas
sensatas y prudentes con experiencia en los asuntos universitarios, conocedores
de los estatutos y reglamentos que regulan el accionar de nuestra universidad y
que tienen genuina preocupación por la situación que afecta el buen
desenvolvimiento de la institución.
Nuestros
objetivos deben ser lograr una convergencia de los mejores intereses en favor
de la UASD para colocarla en un sitial preferencial en el estudiantado y el
pueblo dominicano.
Para las
próximas elecciones debemos escoger, pues, entre aquellos candidatos que han
pasado sus vidas preocupados por los asuntos de la universidad en sentido
general y que han estado aportando a las soluciones concretas a los problemas
cotidianos que afectan el desenvolvimiento de las facultades, y a las escuelas
en sentido general. Debemos evitar por todos los medios posibles a aquellos que
por su acción u omisión, que por ambiciones personales han incurrido en
conductas o acciones que afectan la
imagen pública de la UASD.
Debemos ser
vigilantes en todo momento para comprobar siempre las aptitudes de aquellos,
que ayer, siendo candidatos a posiciones
electivas enarbolaron un discurso progresista sobre la institución, y que al
asumir sus posiciones luego, renegaron de sus planteamientos y sus acciones
fueron contrarias en muchos casos al estatuto orgánico, a la ética y la moral.
Que nuestro
elegir sea fundamentado en aquellas personas con solvencia ética y moral,
apegado a un discurso sólido, no a los cantos de sirenas y discursos carentes
de sentido. Escuchemos aquellas
propuestas encaminadas a solucionar los problemas de la universidad y que por
extensión, den una compresión clara de la buena gestión universitaria a nivel
nacional.
Que no se nos
engañe con respecto a la verdad de la situación que atraviesa nuestra
universidad y a la dimensión de las diversas crisis que nos afectan, no dejemos
el espacios a sectores que solo buscan seguir drenando los valiosos recursos
humanos, docentes, científicos, investigadores, éticos y morales de nuestra
Alma Mater.
Evitemos a
quienes niegan la tradición de lucha y sacrifico que ha llenado de gloria a
nuestra universidad en todos los procesos históricos de los que han tomado
participación activa nuestros docentes, empleados y el movimiento estudiantil.
Que nuestra elección recaiga entonces, en quienes tienen memoria histórica
porque estos serán siempre los más trabajadores
y los más dedicados a las nobles causas que sustentan a la UASD, los
demás deben ser rechazados.
Apoyemos a
aquellos hombres y mujeres con historial, probado mediante el trabajo honesto,
el sacrificio y el dolor, aquél que lucha, que mediante el combate ha estado
dispuesto a dar lo mejor de sí, por una universidad fuerte, transparente,
abierta y solidaria; por la UASD y por el país.
Dr. Marcos Zabala Sánchez
Profesor Adscrito Escuela de Comunicación y
Escuela de Filosofía de la UASD.
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